Resumen del libro La Fórmula por Albert Laszlo Barabási
Las leyes universales del éxito
Albert - László Barabási dirige el Centro de Investigación de Redes Complejas en Boston.
Su trabajo consiste en analizar grandes cantidades de datos alrededor de un tema específico, con la finalidad de encontrar patrones comunes que puedan predecir los resultados futuros.
El autor decidió enfocar toda su capacidad para estudiar las redes y las interconexiones personales y aplicarlo a estudiar el éxito. La Ciencia del Éxito, según señala.
Es así que nace su libro “La Fórmula”: las leyes universales del éxito, con el objetivo de perfilar los mecanismos complejos que componen el éxito basado en el análisis de miles de casos de personajes vinculados con el éxito.
Empezó estudiando a los científicos más exitosos y, posteriormente, se mudó a investigar en miles de casos vinculados a la música, los deportes, los negocios y la innovación.
Antes de entregar sus cinco reglas de la ciencia del éxito, el autor hace un “disclaimer”. Define el éxito como: “las recompensas que nos otorgan las comunidades a las que pertenecemos”.
Señala también que sus mediciones del éxito tienen una característica en común: son colectivas, no individuales.
Como resultado de sus estudios cuantitativos y cualitativos alrededor del éxito, el autor nos brinda cinco reglas.
Primera regla: el éxito se basa en la actuación, pero cuando la actuación no se puede medir, se basa en las redes.
Nuestra actuación es lo que hacemos y en lo que nos desempeñamos (los tiempos de un atleta, los resultados de un vendedor o las investigaciones de un científico). Una variable que está en control de nosotros mismos.
La actuación puede brindar resultados, hasta cierto punto. Especialmente en lugares donde los escenarios son cuantificables: un deporte individual, por ejemplo.
Cuando no se puede medir (como en la música o el arte), el éxito dependerá de la percepción en su entorno.
El éxito sería una variable colectiva, no depende de nuestra actuación de forma aislada sino de cómo el entorno reacciona a nuestras contribuciones.
El éxito es acerca de cómo nuestras redes detectan, reconocen y divulgan nuestros logros en el mundo. Se trata de ser útiles a nuestra red para que esta se encargue de amplificar nuestro éxito.
Segunda regla: la actuación es limitada pero el éxito es ilimitado.
En las mediciones del éxito aplica muchas veces la ley potencial que subyace a la riqueza: unos pocos concentran más del 80% de la riqueza mundial.
Esta gente ya destacada, tendrá una actuación limitada, pero el impacto de sus acciones es multiplicador. Es escalable.
El autor cita el éxito de Tiger Woods y relaciona el éxito a la actuación de una superestrella en su campo. Su actuación será limitada (se limitará a su trabajo en una cancha de golf) pero cada acción se multiplicará por su capacidad de escalar velozmente a través de su imagen y llegar a convencer de su éxito a múltiples comunidades.
Tercera ley: éxito previo x adecuación = éxito futuro
Independientemente de la acción, el éxito genera éxito. Los premios generan más premios. Aquellos proyectos que parecen exitosos atraen más éxito, independientemente de su contenido o actuación.
Es probable que un proyecto esté destinado al éxito, en la medida que sea apoyado rápidamente desde sus inicios por sus primeros compradores. Esto genera un efecto bola de nieve.
El autor pone de ejemplo a “Exploding Kittens” un juego de cartas que nació como idea para recaudar fondos en la plataforma Kickstarter y que logró recaudar 3 millones de dólares.
Su éxito se basó en la velocidad de aparición de sus primeros donantes (muchos de ellos fans del autor desde mucho tiempo atrás). La presencia temprana de donantes generó un efecto “bola de nieve” que los llevó a alcanzar sus objetivos.
En cuanto a adecuación se refiere, el autor la define como la capacidad de llamar la atención que tiene un proyecto por encima de otros.
En resumen: una base previa de seguidores o gente que reconozca nuestro trabajo (éxito previo) multiplicado por la capacidad de atraer la atención (adecuación) podría predecir un éxito futuro.
Cuarta regla: aunque el éxito de equipo requiere diversidad y equilibrio, un solo individuo recibirá el reconocimiento por los logros del grupo
Según el autor las grandes ideas se deben a buenos y diversos equipos de trabajo pero deben ser perfiladas y dirigidas a un objetivo final por un solo visionario.
En palabras del autor: “confiemos en alguien que asuma la responsabilidad de liderazgo, y creemos un grupo de apoyo, diverso y lleno de expertos, a su alrededor”.
Quinta regla: con perseverancia, el éxito puede llegar en cualquier momento
Según el autor, a pesar de que el éxito se deshace como copo de nieve, la creatividad no tiene fecha de caducidad.
Cada nuevo proyecto que se emprende, es una nueva oportunidad para tener éxito. Los grandes avances no dependen de la creatividad y la juventud, sino de la productividad.
La innovación, por sí misma, no tiene límites de edad, siempre y cuando “sigamos comprando boletos metafóricos y presentando nuestro trabajo al mundo” dice el autor. En pocas palabras, la persona tendrá más “suerte” si es perseverante y tiene talento.
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